Durante las vacaciones las rutinas y horarios que seguimos a lo largo del curso se transforman en hacer lo que nos apetece sin mirar el reloj. Nuestros hijos, acostumbrados a una disciplina en actividades y horarios se liberan y disfrutan de la libertad que da haber terminado el curso escolar.
Durante esta etapa estival, se levantan y se acuestan tarde, realizan todo tipo de actividades que les gustan, nadar, jugar, ir al cine, viajar y un sinfín de cosas que comparten con amigos y familiares.
Sería muy interesante aprovechar este momento para comunicarnos mucho más con los niños, saber más sobre ellos y sus inquietudes, ya que durante el curso escolar apenas podemos hablar debido a la sobrecarga que vivimos queriendo llegar a todo (trabajo, casa, hijos …).
Es muy reconfortante disfrutar tiempo con ellos para fortalecer la relación afectiva y profundizar en esos aspectos que nos unen y nos proporcionan felicidad.
Pero como es de esperar, las vacaciones se acaban y comienza el curso, con todo lo que eso conlleva: uniformes, libros, horarios y un periodo de adaptación al cambio.
Los niños se adaptan rápido a las nuevas normas, son muy adaptativos, más si cabe que los adultos, por eso no es de extrañar que en poco tiempo vuelvan a una rutina escolar.
En nuestra mano está compartir ese momento con ellos ayudándoles en ese cambio, con paciencia y cariño, haciéndoles comprender lo importante que es el nuevo curso, lo que va a suponer en su desarrollo, explicándoles con un lenguaje afín todo aquello que nos pregunten, qué serán muchas cosas porque para ellos cada nuevo curso, es una aventura llena de novedades y obstáculos que tienen que superar, donde van a medir sus habilidades tanto a nivel intelectual como social con muchos otros/as compañeros.
No olvidemos nunca que la etapa escolar marcará sus vidas y de nuestra colaboración y ayuda dependerán, en gran parte los resultados que obtengan.
Sería bueno que nos propusiéramos en este inicio dedicar un tiempo, cada día a conocer cómo viven su nueva experiencia, transmitiéndoles la confianza y seguridad que necesitan para vivir y superar el nuevo curso.