Cuantas veces nos hemos despertado en mitad de la noche, sobresaltados, escuchando, mamá/papá tengo miedo!
Esto es frecuente en la infancia, el miedo, esa emoción extraña que bloquea y provoca una sensación de desasosiego.
En el mundo del niño, existen multitud de personajes y vivencias que su imaginación crea alimentada de lo que ve y vive en la realidad. Los cuentos y libros de ficción, las películas, los dibujos, los juegos, las noticias, etc…
Es muy importante controlar todo lo que el niño recibe, debemos supervisar y cuidar la exposición a determinados contenidos, puesto que en su imaginación todo es posible y aún no distinguen bien entre realidad y ficción.
Historias violentas, personajes malignos, pueden impactarles y suscitar miedo, angustia, intranquilidad… Son como esponjas que absorben todo lo que hay a su alrededor, gestionándolo no siempre de forma positiva.
Cuando el niño tiene miedo busca seguridad y afectividad en la figura de sus padres, que deben ayudarle a entender lo que le está pasando, explicándole la diferencia que existe entre lo real y lo irreal (imaginación), a la vez que le ofrecemos el apoyo afectivo necesario para que sepan que no están SOLOS ante sus temores.
Cuidar el acceso que los niños tienen a cualquier medio en la infancia y filtrar aquello que pueda provocar emociones negativas es responsabilidad de los adultos que estamos a su alrededor.
Y sobre todo sigamos creando VÍNCULO de confianza para que cuando sientan miedo o temor, acudan a nosotros.
Imagen creada por www.freepik.es