Parte II
Tenemos la creencia de que a mayor inteligencia mayor éxito, y lo que realmente importa es el talento, que está íntimamente ligado a la creatividad, esa es la fórmula del éxito.
La creatividad viene de la insistencia en aquello que nos apasiona y que buscamos realizar, no para tener éxito sino para sentirnos bien y experimentar la emoción de disfrutar con lo que hacemos.
Todo esto no sería real si no existiera un aspecto fundamental para descubrir el talento que es el fracaso, que puede producirse repetidamente, sin que eso signifique que nuestro entusiasmo desaparezca.
No hay éxito sin esfuerzo e insistencia, nada es fácil cuando se trata de descubrir aquello que marcará nuestro futuro y que ocupará la mayor parte de nuestra vida.
Es fundamental descubrir cuál es el camino, que andaremos con pasión y pese a los baches seguiremos hasta conseguir nuestro propósito.
De todo lo dicho hay que deducir que la observación en el desarrollo de la persona desde la infancia debería ser el objetivo principal de la educación, para detectar dónde se encuentra la pasión y el disfrute del protagonista de esta aventura que es la experimentación de las multiples disciplinas educativas.